domingo, septiembre 16, 2012



Bienvenidos al blog Semiótica de la vida cotidiana de la maestra Magdalena Ávila Lara

PASO A LA REYNA

Bienvenidos al blog Semiótica de la vida cotidiana de la Mtra. Magdalena Ávila Lara

Esta es una canción que escuché el sábado cuando asistí a la boda del hermano de una amiga. La fiesta comenzó, llegaron los invitados, las mesas estaban dispuestas, los invitados llegaban poco a poco y nos fuimos acomodando en los lugares para empezar a departir y convivir. Estos escenarios no creo que disten mucho en los países latinoamericanos. Bueno, llegaron los novios, y con ellos, el Mariachí. Grupo musical que en México es tradicional. Y empezaron a cantar un sinfín de melodías propias a las bodas. Anillo de compromiso, Novia mía etcétera, pero la que me llamó la atención fue ésta en particular.


PASO A LA REINA

Los Cardenales de Nuevo León.
 

Cuando la gente pregunta, que a quien le dedico

mis tiernas canciones, yo les contesto que a

aquella que endulza mi vida con bellas

acciones.

 

Las mujeres tenemos acciones buenas y malas de acuerdo al tipo de mujer que seamos.

De acuerdo a Marcela Lagarde, estamos contenidas en cautiverios; madreesposas, monjas, putas, presas y locas. Y ésta canción muestra a dos tipos de cautiverios, la madreesposa y las putas. Veamos cuál es el sentido de la melodía.

 

A la que en buenas o malas me brinda cariño

sublime y eterno, a la que vela conmigo

cuidando la cuna del pequeño enfermo.



Esta es la representación de la mujer que camina junto al hombre en buenas y malas circunstancias, en la prosperidad y en la pobreza, dice el texto bíblico. La encargada de cuidar de los hijos y los enfermos por mandato social. Las mujeres hemos sido configuradas socialmente para dar amor a través de nuestras acciones, el amor como centro de nuestra identidad.

 

Para la bella señora que todas las tardes me

espera amorosa, para la fiel compañera

que quiso el destino que fuera mi esposa.

 

Esta es la mujer que fue elegida, también de acuerdo a Amelia Barcazel, el ser elegida nos hace enemigas entre las mujeres. Hemos aprendido que la elegida lleva un anillo, un vestido blanco, y entre nosotras envidiamos ser elegidas. Las elegidas nunca están solas, y por ello deben obedecer, ser leales y con ello tendrán un hombre, hijos y familia. La mayoría de las mujeres, ideologizamos que nuestra felicidad es igual a esta forma de amor. Para las mujeres amar es colocar al otro en el lugar der ser. La sustancia de la vida misma esta en ti y no en mí.

Para la reina de reinas que está por encima de todas

las cosas, para la madre abnegada que no cambiaria

por mil mariposas.

 

La reina de reinas es la madreesposa. La mayoría de las mujeres hemos aprendido a soportar más el desamor que la falta de alguien a quien amar. Es la valorización de la mujer que entrega la pureza, es representada con el vestido de novia parecido a una reyna, velada por que cubre su virginidad, la que con el tiempo se transformará en la madre que cuida a los hijos y se abnega, es altruista, no egoísta. Se preocupa por los demás y se olvida de ella misma. Se convierte en un ser para los otros. NO la cambiarían por mil mariposas, es decir, no la cambiarían por las “otras mujeres” aunque se vistan con colores bellos y llamativos.

 

*PASO A LA REINA*

Señoras galantes, tiernas doncellas y fieles

amantes, en este momento inclinen la

frente, por que la señora se encuentra presente.

*PASO A LA REINA*

Señoras galantes, tiernas doncellas y fieles

amantes, en este momento inclinen la

frente, por que la señora se encuentra presente.

 

 

Mientras que la esposa se especializa en la vida doméstica, la maternidad y de pareja. Las “otras” se especializan en la vida erótica.  Estas son las “otras mujeres”, funcionales para la poligamia masculina. La amante, la que integra el sistema conyugal sexo afectivo y erótico. Con ellas, está nulo el compromiso. En este proceso de desvalorización de unas por otras, las instituciones como en este caso la iglesia, legitima a las madreesposas a través del matrimonio, mientras que a las “otras” la sociedad las convierte en la materia prima de la industria del sexo, de la demanda sexual y de la comercialización de sus cuerpos. A pesar de que estas mujeres asumen el rol de amantes, siempre aspiran a ser las únicas, la permanente, la exclusiva. Esta expectativa es fuente de grandes conflictos entre las mujeres. De las amantes se espera buena compañía, disponibilidad ilimitada, dispuestas a la frivolidad. De acuerdo al diccionario de mexicanismos, las amantes son el “segundo frente”, “la casa chica”, “la sucursal”, la “capilla”.

En este análisis, la mujer es una abstracción producto del análisis teórico-histórico, rebasa la materialidad del cuerpo de las mujeres, a cada una y en la totalidad de ellas. Cada mujer se constituye y tiene como contenido, como identidad, esa síntesis de hechos sociales y culturales que confluyen en ella y son únicos, excepcionales pero, al mismo tiempo, por semejanza permiten identificarla con otras mujeres en su situación similar. 

De qué manera podemos cambiar este tipo de mensajes que se van reproduciendo sin darnos cuenta en la vida cotidiana. Pues a través de talleres que analicen este tipo de mensajes y los socialicemos al interior de las familias, los grupos sociales y otros espacios de diálogo. 

 
http://www.youtube.com/watch?v=PsEmXEY4mxY